En la suite 16, lo que empieza no termina. Del minibar al edén y en muy mala compañía. Era ese sabor en tu piel, de azufre revuelto con miel, asique me llene de coraje y me fui a caminar por el lado salvaje. Pense no me mires así, ya se lo que quieres de mi, que no hay que ser vidente aquí, para un mal como tu ya no hay cuerpo que aguante. LO HECHO ESTA HECHO VOLVI A TROPEZAR CON LA MISMA PIEDRA QUE HUBO SIEMPRE, SE SIENTE TAN BIEN TODO LO QUE HACE MAL Y CONTIGO NUNCA ES SUFICIENTE. Como fue que paso, esa noche impaciente, fueron a llamar de la recepción cuando se quejaba de la 17. No puede ser nada normal, ACABAR ELIGIENDO TAN MAL, EN MATERIA DE HOMBRES SOY TODA UNA EXPERTA SIEMPRE EN REPETIR MIS ERRORES, no hay ceguera peor que no querer mirar, cuando te guardabas el anillo dentro del bolsillo y dejarlo pasar. Nunca me sentí tan fuera de lugar, nunca tanto se escapo de mi control, pero TODO EN ESTE MUNDO ES TEMPORAL, lo eres tu y LO SOY YO.
